Serguéi Rajmáninov escribió los Études-Tableaux, op. 33, en 1911, un año después de completar su segunda serie de preludios. A lo largo de su vida artística fue autor de dos conjuntos de Études-Tableaux (el otro es el Op. 39), destinados a ser ‘piezas pictóricas’ que evocan estímulos visuales.
Aunque Rajmáninov nunca reveló en público la inspiración detrás de cada pieza, compartió algunos de sus secretos con el compositor italiano Ottorino Respighi, cuando éste orquestó los Etudes, en 1930. Originalmente, Rajmáninov escribió nueve estudios, de los cuales seis (núms. 1-2 y 6-9) se publicaron ese mismo año. El número cuatro originalmente se publicó como Op. 39, no. 6; en consecuencia, muchas ediciones de Op. 33 lo omitieron. Los números originales 3 y 5 fueron publicados póstumamente. Eso deja al conjunto con una numeración doble: los estudios originalmente destinados a ser 6, 7, 8 y 9, generalmente se titulan 3, 4, 5 y 6.
Étude-Tableaux No. 8 in G minor, Op. 33
Étude-tableaux in G minor proyecta tristeza, evocando las líneas del poeta Aleksandr Pushkin sobre el otoño:
Oh tiempo lúgubre y triste, encanta la mirada y la ternura. Alegría al corazón. Qué maravilloso contemplar tu belleza agonizante es el esplendor exuberante y suntuoso de la flor de despedida de la naturaleza, los bosques revestidos de oro…
También las del pianista Nikolái Luganski:
Las melodías caídas parecen ser recuerdos tristes del pasado e incluso las repentinas ráfagas de viento frío (en el medio de la pieza) no pueden disipar el estado de ánimo de dulce tristeza.