Adiós sin duelo
Aquella tarde lluviosa había quedado con Mari Carmen. Mi vecina de toda la vida. La
Aquella tarde lluviosa había quedado con Mari Carmen. Mi vecina de toda la vida. La
Te mataron. ¡Maldita sea! ¡Maldito sea tu asesino! Te arrebataron tus sueños. Y los míos. Los nuestros nuestros también. Siete
Marsella; 10 de noviembre de 1891 La noche acecha, la muerte espera. Aquí postrado