“…no sé si usted puede imaginarse los nexos que unen nuestro cuerpo con nuestra
psicología,
pero hay más de los que imagina…”
Sostiene Pereira, A. Tabucchi.
Por Diana Lerendidi y Jesús Escamilo
Tu cuerpo
desnudo
en mitad
de la nada
palpitando
atravesando
ciñéndose
a la soledad
de los recuerdos
Tus aristas
que se desvanecen
entre mis dedos
casi arañando
las líneas paralelas
de mis piernas
Me miro
al espejo
grito
¡esta soy yo!
un lienzo gastado
con mensajes subliminales
en braille
Pronuncio
cuerpo y me observo
declino
arrastro mi anatomía
soy hombre enfurecido
antiguo pescador
es del todo cierto
mi apetito
la historia enfermiza de mi cuerpo
frente a mi vida
de treinta años
Soy táctil
herida abierta
Un vacío
que va
desde mi precipicio
hasta el fondo
de mi cuerpo
hasta la última grieta
sedienta de deseo
Allá abajo
hay tierra fértil
semillas
pero no me interesa
dar vida
y luego la cartografía del silencio
Aquí estoy
entregado
con la nuca hundida
sopla una brisa
bebo de ti
Serpientes
dilatadas
circulan
de mis pies
a mi cabeza
se posan
en mis dunas
y presencian
su grandeza
Abandono
mis restos
en la piel
del desierto
Cuántas veces agua
y el ritual que viene de tu carne.