Por: Ximena Gil.
A veces me olvido
De que sin este vacío
-Colérico y profundo
En el que me hundo-
El valor de mi sacrificio
Sería nulo.
Dolería tu partida
Absurda.
Más absurda
Que aquella duda
Que bailaba por tu mente,
Y cantaba
Hirientemente,
El nombre
Evidente,
De ese hombre.