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Poesía

Diamante

Yo vi esparcir lo que restaba de cuerpo en lo grandioso del río a la sombra de la bendición eterna bajo la luna inmaculada.

Yo vi volar tus partículas de ceniza al infinito viento,
viento que te llevó a los rincones del universo,
viento que te arrojó a los lugares oscuros,
viento que te impregnó en la vida misma.

Yo vi esparcir lo que restaba de cuerpo en lo grandioso del río
a la sombra de la bendición eterna
bajo la luna inmaculada.

Yo vi convertirte en aire, te respiré,
inhalé tu mágica voz por última vez,
simbólicamente ya sos parte del todo,
del polvo viniste, polvo sos.

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