Es suficiente

Le extraño, como se extrañan las cosas que no se pueden nombrar.

Como aquel enigma que pesa tanto, que no se comprende, que solo se sabe y con eso es suficiente.

Le pienso, como se piensan los eventos que no guardan sentido, como se abraza la distracción de un sentimiento que se palpa, sin cuestión, sin prisa ni demora, y con eso es suficiente.

Le deseo, como se desea un cuerpo ajeno, un pensamiento inerte o una caricia prohibida. Le deseo todo sin saber si ese deseo es todo usted, o simplemente las ganas de que nunca se vaya.

Y cuando le deseo, cuando le pienso encima de mí asfixiando mis dudas y recuerdos, caminando por la quinta, capturando decenas de instantes, me pregunto cuánto duran los “por siempre”, que se prometen por un día.

– ¿Será que usted también me piensa? ¿Será que usted me extraña? ¿Será que también anhela un abrazo quieto que nos apacigüe las aguas? Imagino las respuestas, mientras le doy vueltas a la vida, y eso, don Arcángel, no sé si sea suficiente.

Para usted
Con todo mi cariño.

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