Ya no hay pesadillas,
solo sueños de otra clase,
que no se pueden conjugar,
ahora duermo,
al dormir te toco,
no hay ríos,
no hay fronteras,
no hay aquí,
hay allá;
donde apareces
vestida de anaranjado
dando bienvenida
a la ciudad.
Ya no hay pesadillas,
solo sueños de otra clase,
que no se pueden conjugar,
ahora duermo,
al dormir te toco,
no hay ríos,
no hay fronteras,
no hay aquí,
hay allá;
donde apareces
vestida de anaranjado
dando bienvenida
a la ciudad.