Santos

Ya no hay pesadillas,

solo sueños de otra clase,

que no se pueden conjugar,

ahora duermo,

al dormir te toco,

no hay ríos, 

no hay fronteras,

no hay aquí,

hay allá;

donde apareces 

vestida de anaranjado

dando bienvenida

a la ciudad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *