The Wale y la ironía de ser honesto con uno mismo

Un rasgo reconocible de la obra del director Darren Aronofsky, es retratar la autodestrucción del ser humano. Y esto mismo sale a relucir en su nueva obra The Whale, donde nuevamente Aronofsky nos lleva a lo profundo de una vida que aparentemente esta desproveída de propósito.

The Whale toca el tema de la depresión visto desde el punto de vista de Charlie, un profesor que padece obesidad mórbida y eso lo aísla de la sociedad. La obesidad de Charlie es un punto importante dentro de su construcción del personaje, ya que este es un síntoma de la depresión que tiene el personaje, y la manera de lidiar con este sentimiento de vacío. Es evidente desde un inicio que su condición inevitablemente lo llevarán a la muerte, y lejos de que Charlie sea inconsciente de esto, parece que lo desea. Charlie se encuentra en un punto crítico y aquí es donde la película nos arroja las primeras preguntas: ¿cómo es que una persona puede llegar hasta este punto? Y también: ¿es posible salvar a alguien que no quiere ser salvado?

Charlie muestra un carácter noble, que siempre trata de ser positivo y ver lo bueno de las cosas, y esta es solo la fachada con la cual enfrenta su vida. Esa máscara que utiliza no puede ocultar lo evidente de su vacío emocional, pues el mismo ya no le ve un propósito a la vida.

Liz, una enfermera quien recurrentemente lo visita, suele ser insistente sobre su condición, pero Charlie parece no importarle nada mas. En el transcurso de la película se nos hace de conocimiento el porqué de la depresión de Charlie y sobre varias decisiones que han marcado su vida. Y una de las decisiones mas difíciles fue dejar a su hija por estar con alguien más; esta decisión también es un tormento para él, puesto que desde entonces ya no ha podido tener contacto con ella. Es entonces donde aparece Ellie, hija de Charlie, quien parece ser su última esperanza de salvación. Y es que desde que Ellie aparece nuevamente en la vida de Charlie, éste hace su mayor esfuerzo por volver a tener una cercanía con ella, pues siendo consciente de que le queda poco tiempo de vida, esto se convierte en un motor para redimir todo el tiempo de ausencia.

Ellie se ha vuelto dura y se niega a perdonar a su padre, pues parece que nada de lo que haga será suficiente. Aunque Ellie parece no mostrar interés en nada ni nadie, (al igual que él, en cierto modo), Charlie logra descubrir poco a poco que esta detrás de lo que Ellie quiere aparentar ser. Charlie y Ellie son dos caras de la misma moneda, pues Charlie que aparenta ser positivo, es su careta para ocultar su infelicidad, mientras Ellie en su imagen ruda e insolente oculta una persona sensible que aún no ha sanado las heridas de su pasado y teme seguir siendo herida, si es que ella se abre nuevamente.

Es interesante notar cómo Charlie le repite a sus alumnos sobre la honestidad al escribir, y haciendo énfasis con el ser honestos con uno mismo, resulta irónico ya que mientras dice esto, se oculta no mostrándose en cámara y miente diciendo que esta descompuesta. Y es que finalmente para que una persona acepte ser salvada tiene que existir un ejercicio de honestidad, en donde sea consciente de existe un problema, y a diferencia de otros personajes de Aronofsky, Charlie es quizá el único personaje que tiene esta oportunidad, pero la cual parece llegar demasiado tarde.

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