La pandemia y el consiguiente confinamiento han traído consecuencias negativas para el país, en general, y para los millenials, en particular, pues arrastramos condiciones laborales precarias desde la crisis financiera de 2008. Ante estas dos grandes sacudidas en menos de una década, hay dos opciones: lamentarse o seguir luchando.
Mis dos hermanas y yo siempre hemos formado parte del segundo grupo. Helena, la pequeña, estudia producción musical, y durante el encierro se dedicó a componer algunas canciones, todas ellas con reivindicaciones sociales. Con tan solo 20 años ya ha entendido que este mundo no es justo, tal y como reza una de sus letras. Gemma, la mediana, y yo, que soy la mayor, la animamos a dar forma a un EP (Extended Play), al que ha llamado Fairytailes irónicamente, porque la vida es todo menos un cuento de hadas. A su arte se unió rápidamente la visión cinéfila de Gemma y mi vena viajera y periodística y hemos hecho realidad una autogira por España en autocaravana: visitaremos diez pueblos de la península en diez días y daremos testimonio de todo ello en un libro de crónicas y en un documental.
Primero, pararemos en las ciudades medievales de Aínsa (Huesca) y Artajona (Navarra) para, a continuación, amenizar una velada en Cartes, lugar donde se ambienta la novela Marianela, de Benito Pérez Galdós. Nuestro camino proseguirá hasta las villas costeras de Luarca y Colunga, en Asturias, con sus casas de pescadores y casonas de indianos. Dejaremos el norte para ir hasta Candelario (Castilla y León) a observar la arquitectura de las batipuertas, que permiten airear las casas, y sus regaderas, que sanean las calles después de las matanzas. También visitaremos Campo de Criptana (Castilla y La Mancha) y nos adentraremos en sus molinos de viento, aquellos que el Quijote intentaba abatir al confundirlos con gigantes. Finalmente, tocaremos en Morella (Valencia), rodeadas de su muralla y ante su imponente castillo medieval, su principal seña de identidad, para terminar la gira en Almacelles (Cataluña), nuestro pueblo natal en el que hemos estado confinadas todo este tiempo.
De la unión de los tres talentos, vamos a dar a luz a tres productos que estarán correlacionados: un trabajo discográfico, un libro y un documental. Algo que, probablemente, no hubiese surgido, al menos no con tanta prontitud, si el virus no nos hubiese obligado a convivir muchas horas durante varios meses. Salimos de este período curadas, sin el estrés que traíamos de Barcelona, y con más ganas que antes, si cabe, de nuevos rostros y parajes. Como hicieron la directora de cine Agnès Varda y el fotógrafo Jean René en su documental Caras y lugares (Francia, 2017), aportaremos un poco de nuestro arte en cada municipio sin otro objetivo que disfrutar, hacer disfrutar, observar la cotidianidad y resaltar aquellas historias que capten nuestra atención. El virus o la precariedad laboral son algunos de los muchos obstáculos del camino, pero nosotras seguimos en nuestras trece, sin afligirnos, siempre mirando hacia delante y creciéndonos ante la adversidad. El 1 de agosto empezamos.