Letanía del ser

El obstáculo es el tiempo, el ruido del silencio y sus tormentas.

Insólita
evocación de calle,
símil de vida.


Observo
a través de ventanas
cerradas, y
entre ventanas
entornadas,
que el obstáculo es
el tiempo, el ruido
del silencio
y sus tormentas.


Anuncio apabullante
y decadente,
del hecatombe.

[Y del silencio.]

Y camino,
ando, y suspiro
funestidad,
hastío,
y silencio.


Y camino,
entre calles
que son pasillos,
–que son heridos–;
entre cielos
que son concreto,
–que son heridos–;
entre paisajes
que son estancias
–de los heridos–;
entre
vidas


que no son nuestras
—ya malheridos.

Ciclo vital
alicaído
de su cotidianidad;
obnubilante certeza.

Y camino
entre pensamientos.

Que son ajenos,
–y están heridos–;
y sólo miro,
¿quién era él?,
eso que fue
lo que existió.

Y resisto, y
resistió:
resistimos
de entre esas vidas
que no son
[nuestras].

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