Los padres tropiezan. Son carne y deseos. Los padres son hombres y mujeres simples. Envejecen al mirar a los hijos. Se van desvaneciendo. Lo peligroso es repetirlos, cargar con sus culpas en nuestras espaldas. Tienes que sacarte esa estaca que te oprime y dejar que se pierda en el tiempo. Perdona si te hicieron daño […]
![](https://revistapurgante.com/wp-content/uploads/2024/06/IMG_3206.jpg)