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Poesía

Tres mil doscientos 85

Tuvimos los meñiques salpicados de estrellas.

Quise que fueras tú
por nuestros besos de polen, 
con tus 24 galaxias de lunares, 
tuvimos los meñiques
salpicados de estrellas. 
En esos abrazos añejados, 
cargados de sales y promesas.

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