luces transitorias resbalan por mis ojos,
desde acá todo parece momentáneo,
resguardando la eternidad
entre las pupilas,
el neón remanente descansa más allá
de las palmeras,
como viejas fotos esperando
a ser rescatadas del olvido;
repasando las cuentas del rosario
con los dedos llagados,
rezando porque alguien les quite el polvo,
limpie el moho,
para habitar en su recuerdo,
volver a la caja.