Todo era adiós de Gurjinder Basran: un choque cultural melodramático

Cuando estuve de paseo por la Feria del Libro en el Zócalo en busca de editoriales para publicar, terminé en el stand de la UNAM y entre tantos libros avisté uno con la cubierta mitad blanca y mitad azul (lo cual no es tan inusual), pero con páginas cerúleas pálidas, captivándome al instante. Pagué su módico precio y me fui satisfecho con mi compra. En casa y por WhatsApp pedí información sobre la autora indo-canadiense Gurjinder Basran, más allá de lo que aparecía en la solapa. Nadie supo darme razón. Bueno, pues, a leer.

Hace una semana terminé de leer el libro y puedo decir que cumplió con su cometido. La historia trata sobre Meena, la menor de una familia de seis hermanas con la madre a cargo (no divorciada, el padre murió en un deber). Se enfrenta a un dilema más que común en la adolescencia: seguir su propio camino y encontrar su destino, o continuar con el status quo para mantener contenta a su madre. Podrás pensar que es debatirse con un amor de juventud, pero también quiere decir elecciones sobre la carrera. Hay cosas que damos por sentado, como que somos dueños de nuestro destino. Conforme la historia se desarrolla verás que no es tan sencillo.

La escritora Gurjinder Basran logra hacer una conexión muy buena entre una herencia tan rica y pesada como la india, con la válvula de escape que le aguarda la zona conurbada de Vancouver, destino de miles de inmigrantes del continente asiático. Si estás buscando una radiografía de la diáspora india, este es el libro que estabas buscando. Basran retrata a cabalidad toda la vida de indocanadienses de primera y segunda generación, y cómo los últimos son más propensos a romper con las costumbres que traen sus padres directamente de India. Así podemos aprender desde la gastronomía hasta iconos culturales traídos directamente de Bollywood, pasando por los ritos de la religión sikh. Claro, también vemos las sombras: chismes de vecindario, matrimonios arreglados, parálisis por opiniones ajenas, violencia familiar, el choque cultural de regresar a India (aunque sea por solamente un mes), repudio hacia las hijas y su posterior desconocimiento, más el doloroso proceso inicial de la comunidad india en Canadá (xenofobia y racismo).

Si buscas algo más, me temo que empieza con una cuestión bastante lógica, pero se va diluyendo entre tintes melodramáticos. Hay cosas en las cuales Basran podría mejorar: los saltos temporales entre partes de capítulos son demasiados y los vacíos que dejan a veces pueden dar paso a fallos en la narrativa. De hecho, de ahí se desprende otra crítica mía, que es la de dejar pasar oportunidades para desarrollar subtramas, como la de la hermana distanciada tras 15 años de no verse. Parece que Meena nunca termina de reconciliarse con todos los aspectos de su cultura, teniendo que depender de la música en inglés como una válvula de escape ante la imposibilidad de explorar fuera de una comunidad tan cerrada.

No consideres esta reseña como una crítica. El libro tiene excelentes recursos literarios, la traducción es bastante buena y conforme te acercas al clímax (parte media-final del capítulo 3) no podrás dejar el libro ni para descansar un rato. No es ninguna sorpresa que en 2011 Basran haya ganado con toda justicia el premio Ethel Wilson al mejor autor de la Columbia Británica. Para ser su novela debut, es bastante aceptable y el lenguaje llega a ser poético. Tiene claras influencias de Jhumpa Lahiri, la genio indoestadounidense

Por último, hay dos cosas que me hacen recomendar este libro. Si alguna vez te has sentido extranjero en una tierra (propia o no), si alguna vez has sentido que no encajas o que nunca dejas de ser un intruso por cualquier razón, este libro te hablará directo a ti. Es imposible no sentir un sentimiento de familiaridad con esas luchas internas de Meena. También puedes ver cómo las sociedades india y mexicana no son tan distintas después de todo: muy centradas en la familia, relaciones indelebles entre familiares políticos y naturales, códigos no escritos y tácitos, el chisme como fuente fidedigna de información, valoración de pretendientes con base en blasones académicos o profesionales (abogado, médico o ingeniero), tradiciones religiosas, bodas a morir… Gran acierto para la colección Ultramar publicada por la UNAM, que trata de escisiones de culturas.

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