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Yorkshire, Nottingham Forest y la huelga de 1984

Mientras que en condados como Kent, Gales del Sur, Lancashire o South Yorkshire el apoyo llegó a superar el 95 por ciento, en Notthinghamshire apenas superó el 20 por ciento a pesar de que el Notthingham Forest de Brian Clough, orgullo de la región y doble campeón de Europa, fue uno de los primeros clubes en ponerse del lado de los trabajadores.

El 1 de marzo de 1984, el gobierno de Margaret Thatcher y la National Coal Board, patronal británica del carbón, anunciaron la clausura definitiva de la mina de Cortonwood, al norte de Sheffield, el primero de los 20 cierres previstos en el país a lo largo de los siguientes dos meses. La decisión, estratégica para los intereses conservadores, suponía el despido de más de 20,000 trabajadores. 

Doce días después, la mitad de los mineros de Inglaterra, Escocia y Gales, la mayor parte de ellos adscritos al sindicato National Union Mineworkers (NUM), iniciaba una huelga que se prolongaría durante un año, la más larga en la historia del Reino Unido y según varios historiadores “el momento más importante de la Gran Bretaña de posguerra junto a la pérdida del canal de Suez y la guerra de las Malvinas”. El seguimiento, sin embargo, fue desigual. 

Mientras que en condados como Kent, Gales del Sur, Lancashire o South Yorkshire el apoyo llegó a superar el 95 por ciento, en Notthinghamshire apenas superó el 20 por ciento a pesar de que el Notthingham Forest de Brian Clough, orgullo de la región y doble campeón de Europa, fue uno de los primeros clubes en ponerse del lado de los trabajadores. “Clough era el entrenador del Notthingham Forest y los mineros de Nottinghamshire se habían separado de su sindicato para seguir trabajando durante la huelga, así que su apoyo fue muy significativo”, recuerda en su autobiografía el histórico líder laborista Peter Hain, quien también hace mención al “sustancial cheque personal” que el técnico entregó a las familias mineras en la Navidad de ese año. No fue suficiente. 

Desde esa temporada, los aficionados del Forest son recibidos como “scabs” (esquiroles) en todos los estadios de Yorkshire. “La memoria de los mineros es larga”, le decía en julio de 2023 a El País Mick Carter, entonces delegado sindical en Cortonwood. “En el pueblo de Goldthorpe hay un minero de 80 años que fue un esquirol en la huelga general de 1926. Ese minero no puede todavía pisar los locales del club social de la localidad”.

Por Daniel González

Editor de Fútbol Oblicuo

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