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El castrado de la zona

De pronto todo es confusión. Y de pronto, también, pienso que yo pude haberle rajado la jeta a esos dos guachos y apaciguarlos a puño limpio. Pero ahora los cabrones yacen en el piso, los dos con un boquete en el pecho por el que les reverbera la sangre. Pinche Mizuki, te los chingaste, pélate, […]