El periodismo ave fénix

Las noticias falsas han contaminado el sector como un virus. Y, como todo lo que llega de repente, no hay previsiones posibles.

La consultora Gartner prevé, para el año 2022, lo siguiente: “La mayoría de los ciudadanos y ciudadanas consumirán más noticias falsas que verdaderas”. En este punto se encuentra el periodismo. Se trata de una frontera que no se preveía cruzar y que ahora no puede dar marcha atrás. Se podría afirmar que las noticias falsas o bulos han contaminado el sector como un virus. Y, como todo lo que llega de repente, no hay previsiones posibles. 

En el momento actual, donde Internet acapara toda la vida humana, el periodismo tuvo que converger de una manera vertiginosa y rápida, siendo los medios más pequeños -es decir, los locales-, devorados. Por este motivo, los periodistas y las periodistas se han visto en la necesidad de reinventarse para cambiar el modelo establecido. Se ha impuesto el conocido periodismo de datos, que conlleva a la programación. ¿Debería un periodista saber programación? Sí y no, según el caso. En los últimos años, el volumen de datos con el que se trabaja ha incrementado, y cierto es que la expansión global también se debe tener en cuenta. Por lo tanto, tener periodistas especializados en datos en las redacciones es más necesario que nunca. 

Sin embargo, en las últimas ofertas de trabajo que me han llegado, buscan periodistas con conocimientos de lenguaje informático. Javascript, C++ y HTML son los códigos más conocidos. En este punto, se podría llegar a afirmar que el lenguaje programático ha llegado para quedarse. No obstante, el periodismo, a mi parecer, se considera una materia que une la parte racional y creativa del cerebro en una simbiosis perfecta. Mientras que, por otro lado, la programación es pura racionalidad. Como me dijo un programador: tienes que pensar como una máquina. Ese es el punto de inflexión. 

Este nuevo sistema desbarata todo lo que se conocía alrededor del oficio periodístico. En el futuro tendremos que aprender el lenguaje para entendernos con los informáticos, sí, pero programar como tal es otra cuestión. No existe tiempo físico para abordar la programación, si además se desea resurgir de las cenizas periodísticas en un entorno de calidad. Asimismo, como leí hace tiempo en un artículo de Poynter, entender la estructura de los códigos o pseudocódigos puede mejorar la comunicación de los equipos multidisciplinarios. Empero, en el mismo texto explicaba que la habilidad programática podría convertirte en mejor redactor o redactora; lo cual discrepo, porque hay elementos como organización, objetividad u ordenación que entran en la síntesis de calidad periodística. 

Todo ello también desvela a otro “enemigo” del periodismo: la Inteligencia Artificial, que a su vez necesita de la programación. Se trata de un método para facilitar el trabajo en las redacciones, como analizar la ingente cantidad de datos, ayudar a redactar textos o programar para tener una retroalimentación con los usuarios o usuarias. Leí en un informe: “Las máquinas no ha nacido para sustituir a los humanos, sino para acompañarlos”. Esta sentencia, puede que optimista, se podría utilizar para la programación con el periodismo.

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