Ese sabor antiguo de las obras: último poemario de Javier Sánchez Menéndez

Es Ese sabor antiguo de las obras, publicado por Chamán ediciones, un poemario alejado de retóricas manidas y pensamientos encorsetados. Sus versos resultan enigmáticos (“Será que esta visión / crece en nuestra mirada/ carece de mirada”), en ocasiones paradójicos (“Imagina/ que existe la verdad/ y todo en ella es falso”), medulares porque orbitan lo metafísico (“Silenciamos el compendio de la vida/ para no dejar rastro/ a la muerte”), aforísticos (“Vivir es tratar de escapar/ de estar vivo”), ásperos, cortantes, sabios sentenciosos.

Ya en Dogma, el primer poema del libro, que se presenta como una declaración de intenciones, el poeta nos invita a “desechar fundamentos” para que la palabra intervenga “sin instrucciones”.

Hay en sus páginas la sabia intención de reconocer la propia ignorancia, el tiempo perdido, los errores, las negligencias. Sánchez Menéndez escribe con honestidad un libro que pretende volver a ser el primero y el último, crucial, de palabras e instantes irrepetibles y verdaderos. Aquí el corazón estilográfico plasma con pulso fino ese morir un poco más cada día en el asombro, ese borrar la pesada carga de la experiencia para dejar de estar muertos en vida.

El poeta ya maduro, lúcido y desengañado, con una voz personalísima, busca desprenderse de lo superfluo (“Hay que salir de uno/ para ser uno”). Rehumanizarse aquí es volver a estar desnudo (“aprender a decir no a casi todo”), vulnerable y despojado, con la mirada recuperada de la inocencia de ese niño que fuimos y un día extraviamos; reaprender que (“no hay nada más sagrado que postrarse/ ante un pájaro, ante una nube, ante una estrella./ Nada es superior al pasaje del camino,/ a la marcha hacia la muerte,/ a la visión de una ventana inmensa”).

Ávido de belleza va el poeta por sus páginas, queriendo “decir no a casi todo”, tratando de “volver a laborar la esencia”, porque bien sabe “que solo es bello lo bondadoso”. Quiere también recordarnos que “nada es igual/ pero todo es idéntico:/ el limón que cae verde del árbol,/ la humedad reflejada en el cristal del porche,/ el primer libro roto, sucio y con olor a almendra” y que es urgente volver a la inocencia y a no dejar “de hacer/ aquello que la vida se merece”, y tal vez este libro capital de Javier Sánchez Menéndez nos sirva de acicate.

Nació en Puerto Real (Cádiz) en 1964. Es poeta y ensayista, su último poemario editado hasta la aparición de este libro es El baile del diablo (2017). De su poesía se han publicado tres antologías en España y una en Colombia. Autor de varios ensayos, destacamos la serie Fábula y El libro de los indolentes (2016). Ha publicado además cinco libros de aforismos: Artilugios (2017), La alegría de lo imperfecto (2017), Concepto (2019), Ética para mediocres (2020) y Mundo intermedio (2021), y la obra Para una teoría del aforismo (2020).

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