Categorías
Poesía

Impunidad

La doble moral
es el arma punzocortante
de la sociedad
no tiene límites,
se crece con posturas
misóginas y machistas
y se afila en los casos virales
de mujeres desaparecidas

Cuando desaparece una mujer
borran la puerta por dónde salió
la última vez

Eliminan huellas y alteran evidencia,
además hacen negocio y comedia
de la maldita tragedia

¿Dónde están las desaparecidas?
¿Respiran?
¿Dónde están tantas madres e hijas?
¿Dónde están María, Elena y Sofía?

Nombrar a las víctimas
es devolverlas al lugar
que nunca tuvieron
que abandonar

El miedo empuja
a un pozo sin retorno
Abrir la boca
sobre un abuso o acoso
es suicida,
Devora la colectividad,
incluso la familia

El silencio se convierte
en una prisión sin muros
Nacer mujer es tener
un cordón atado al cuello
con una condena
que poco a poco se va escribiendo

Nombrar al asesinato de mujeres
como feminicidio es tipificar el delito

Nadie quiere habitar
la infinita lista de víctimas

Descalificar, celar,
amenazar, controlar,
acosar, manosear,
golpear, encerrar,
forzar a una relación sexual,
violar y mutilar
es el tipo de violencia
que mancha de sangre
la inocencia
y se encubre en los límites
de la impunidad

Si me desaparecieran
¿Me buscarían incansablemente?
¿Me encontrarían con vida
o encontrarían pedazos de mí
en una casa vacía?
Según las estadísticas,
apuesto a que
jamás me encontrarían

La violencia se mide
en una escala de alerta
El peligro se huele
y tiene un color
Si me estás leyendo,
¿podrías reconocerlo?

El terror tiene un sabor
¿Lo has probado?
¿Vivirías para contarlo?
¿Cuánto vale una vida?
me pregunto todos los días
¿Cuánto vale mi vida?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *