Querida Libertad:

Que te pensé cada día y que deseo que tengas tantos, tantos años de vida y tantas historias por contar, que no me aferro a ninguna de estas ilusiones.

Querida Libertad:

Ahora que el virus de moda casi me deja sin ti, cada día cuando pensaba en cómo preguntarte cómo estabas sin llegar al hastío, pensé también en los cientos de razones por las cuales no quería que te adelantaras.

Te voy a enlistar algunas, aunque sé que notarás inmediatamente que se trata de una lista de cosas que egoístamente quiero hacer contigo, sin conocer ni pensar qué es lo que tú quieres.

  • Atravesar el puente colgante que conecta a dos hoteles
  • Volar (adonde sea), pero en avión comercial
  • Ir al autocinema
  • Desayunar o comer frente al mar, en uno de esos bonitos hoteles de los que te niegas a salir
  • Ir a un table dance
  • Leerte poesía
  • Ver, acostados, una película
  • Recorrer los túneles subterráneos de Puebla o de la pirámide de Cholula
  • Conocer el V Boutique, cualquiera de sus sucursales
  • Comer en El Cardenal, el restaurante más político del corazón de la capital del país
  • Ir a un concierto

Ya sé, ya sé, lo que nos falta es tiempo y otras cosas…

Sólo quería que supieras que no importa qué hagamos o no. Que te pensé cada día y que deseo que tengas tantos, tantos años de vida y tantas historias por contar, que no me aferro a ninguna de estas ilusiones.

Anónimo

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