Radiografía de una paloma

Alejandra a veces sueña que tiene dos alas plateadas por extremidades, las cuales resplandecen al sol cuando vuela. Otras noches, sin embargo, se imagina comiendo migas de pan en una plaza. Pero no está sola, allí también están otras palomas. Por primera vez en su vida no está sola, y eso la reconforta. Lamentablemente, no siempre puede soñar, hay días en que no duerme. Pero los breves momentos en que lo logra, deja por un instante de ser Flora Alejandra Pizarnik, para convertirse en una paloma. Y así, volar tiernamente a través de los edificios de París.

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