Vestir tu olor

Me aterroriza borrar lo que permanece intacto de ti.

De camino a ti 
tú ya no estás,
tampoco tu calle se llama igual,
faltas en el paisaje,
tan nuevo,
en construcción.

Solo el olor al abrir tu puerta
es el mismo,
la puerta de tu casa,
la del armario,
la de cada habitación.

Y me pregunto cómo,
cómo todos los jerséis
tienen tu aroma
después de tres años
sin que tu cuerpo
-tierno y suave-
los vista,
arrugue,
manche,

               habite.

Me pruebo el rosa,
luego el azul,
siento que me abrazas
y desando el camino a ti
llevando tu olor
en mi piel.

Temo seguir quedándome
tus jerséis,
me aterroriza borrar
lo que permanece
intacto de ti:
el olor.

Me duele pensar que
tal vez
confíe más
en la duración del perfume
de tu cuerpo
que en la fragilidad
y recreación
de mi memoria.

A mi abuela.

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