Héctor Bonilla, la leyenda de los tres medios

Don Héctor Bonilla…

El marido que cambió a la tremenda Maricruz Olivier por la bella Lucía Méndez… el burócrata que sabe que va a pasar algo esa tarde en Tlatelolco, donde vive con su familia… el hombre postrado que exige el derecho a elegir terminar con su vida… el sesentón reventado que disfruta el sexo sin tapujos… la anciana transexual que recuerda su vida en tiempos del Holocausto… el sacerdote al que le encomiendan crear un nuevo mundo tras un diluvio… el hombre casado que despierta el deseo de un hombre maduro con funestas -o gozosas- consecuencias… el tío que desde la dulzura controla a toda una familia de buitres… el ladrón que sostiene una ‘extraña’ relación con su colega delincuente…  el joven hacendado que pierde la cabeza por la  hermosa Ofelia Medina… el hombre preocupado porque su amigo pagó una  fortuna por un cuadro blanco… el ladrón-mago que abandona a su suerte a la María de su corazón…  el conferencista que tiene que disertar sobre el tabaco y acaba lanzando un grito callado y eterno sobre el desencanto, la derrota, la vida trunca….

Don Héctor Bonilla, el primer actor que tuve el privilegio de entrevistar y verlo en sus tres dominios: el teatro, el cine y la televisión —muy pocos pudieron presumir de dominar y protagonizar en los tres medios. Es el ejemplo más obvio de lo que es ser una estrella de la farándula y una figura de la cultura.

De todos los Héctor Bonilla, me quedo con el actor que llegó ese 22 de enero de 2017 a La Capilla, en su 65 aniversario, para leer junto a la fabulosa Sofía Álvarez los poemas apócrifos y satíricos de Salvador Novo, haciendo gala del mejor humor escatológico y generoso.

Que en paz descanse don Héctor Bonilla. Le sobrevive una esplendida estirpe de creadores teatrales.

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