El color de la muerte
Había una vez una bruja que vivía en medio del cielo. Su casa era mágica
Había una vez una bruja que vivía en medio del cielo. Su casa era mágica
No te metas conmigo, le dije, que no sabes con qué te puedes encontrar. Él se sobó el brazo asustado y volvió a respirar buscando algún testigo de esa tremenda humillación que él mismo había creado. A mí se me llenaron los ojos de fuego, de infierno, y me convertí en un recipiente de ruido y desorden.