En el sueño de Charlie Parker, los objetos improvisan melodías. No hay horarios fijos, ni reglas establecidas. Y el mar, es el viento que viaja por las calles de la ciudad.

En el sueño de Charlie Parker, los objetos improvisan melodías. No hay horarios fijos, ni reglas establecidas. Y el mar, es el viento que viaja por las calles de la ciudad.