Correr con lobos

Lo que la escritora Clarissa Pinkola Estés menciona como salvaje femenino no es más que la divinidad femenina, ese lado de la mujer que ha sido hecho a un lado, ridiculizado o incluso perseguido.

Por Diana Sofía Cortez Woo

En un intento por proteger el fin de una especie, la doctora Clarissa Pinkola Estés realiza una búsqueda en los adentros de la psique femenina —los cuales parecen haber sido olvidados— en su obra Mujeres que corren los con lobos.

A través de mitos interculturales, cuentos tradicionales y otras narrativas, la autora decodifica el simbolismo en cada uno de estos relatos y utiliza sus estudios de psicología jungania para explicar el desarrollo de la mujer en la sociedad. Desde un punto de vista psicoanalítico, expone las diferentes etapas de la vida de una mujer y los desafíos que ésta puede encontrar mientras camina paso a paso a la resolución de su vida.

Esta lectura atemporal se convierte en una guía para la mujer; marca un antes y un después en su desarrollo emocional, físico y mental. No importa si tienes dieciocho o sesenta y cinco años, sumergirte en su lectura hará que inevitablemente conectes con tu YO instintivo o, en este caso, tu Yo Lobuno, que es la metáfora que utiliza Clarissa para explicar esta parte innata e instintiva de la mujer.

Más allá de tratarse de la búsqueda de la rebelión femenina, propone que cada una de sus lectoras aprendan a llegar a casa dentro de sí mismas. Lo que Clarissa menciona como salvaje femenino no es más que la divinidad femenina: ese lado de la mujer que ha sido hecho a un lado, ridiculizado o incluso perseguido, llamándonos “brujas”. La autora busca que las lectoras reflexionen cada lección aprendida en los cuentos tradicionales narrados que inevitablemente relacionarás con tu vida diaria; una especie de despertar de la mujer. 

En su obra maestra, Pinkola Estés invita a su lectora a regresar a lo más esencial que tiene: su intuición. A utilizar este libro como una guía autobiográfica; a regirse a través de los instintos sin perder de vista quién es con el caos de la vida cotidiana.

Mientras se avanza en la lectura, el sentimiento de shock que te genera el término de cada relato se va transformando en una revelación. Es decir, la lectora tendrá estos momentos de eureka, donde verá hacia atrás en su vida y se dirá a si misma: Esto es algo que siempre supe. 

Lo maravilloso de este libro es que no es necesario que lo leas lineal o de golpe. Puedes escoger el cuento o relato que más llame tu atención y analizar con atención cada aspecto. Puedo decir que lo leí cronológicamente y en el momento de mi vida en que más lo necesitaba. Como mencioné antes, no es necesario que la mujer tenga cierta edad para leer este libro, pues es una hoja de ruta para toda la vida, en lugar de ser un libro de autoayuda tradicional.

Sin embargo, el poder experimentar este libro a cierta edad, como los veintitantos, hace que tu pasado y tu futuro den un giro. En esta edad, donde lo único seguro es la incertidumbre, donde se está dejando atrás por completo la niña que fuiste y la persona que creíste que serías en ese punto, este libro te hará y reflexionar que puedes escoger quién eres, quien serás y llevarte a ti misma de la mano en este sendero llamado vida.

Lo esencial de esta obra es que te regresa a ti misma, si estás perdida o no sabes qué camino tomar, Pinkola Estés te recuerda que la repuesta siempre ha estado en ti y que no tienes que conformarte con los estándares. Si eres joven, adulta, adolescente, hermana, hija, madre, abuela, arquitecta, doctora, estudiante o lo que sea que elijas ser, Mujeres que corren con lobos es un libro imprescindible para cada una de nosotras. 

Si algún día sientes que no encuentras tu voz o necesitas regresar a tu esencia, quizá lo único que tengas que hacer es ponerte a correr con los lobos.

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