Por A.J.G.G.
Entonces abrí el alma
cerrando los ojos
Enmudecí mis pensamientos
y grité desde
la profundidad
de mi corazón
Me arrebataste
en una tremenda paz
nada premeditada
Me sumergí entre colores
mientras el mundo se detuvo
colores que eran traducidos en sensaciones fantásticas
jamás consumidas en mí
Llenaste de luz mis pupilas,
humedeciste mis labios,
controlaste mi tiempo
generando una eternidad
en un solo segundo,
y lograste,
que me encontrara
con mi verdadero yo
Retumbo
hasta el último de mis huesos,
renació entre cenizas
la poesía materializada,
viajó libre el viento
y se magnificaron
todas las cosas
aunque no fueran
diminutas
Se enraizó a mi pecho tu nombre
se engrandeció mi valentía al ser
Vencidos mis temores
por tu dulzura sincera,
el agua salada ofrecía
satisfacción a la sed
del más desolado naufrago
Se apoderó de mi la locura
que ataba mis más puros deseos
Se desató así el aroma desconocido
del perfume a café de tu iris
Y el infierno se nublo,
el cielo ardió,
el gris se coloreó,
el color encandeció
Así fue el instante imborrable,
cuando tus labios derramaron
su anhelado sabor a tranquilidad
en mi ser