El desamor

Transcribo palabras, gestos, la adaptación tangible de sus vidas.

Te sientas, escribes un poema 
anochece y todavía es 2020 
a posteriori
en el primer verso aparece una mujer
pidiéndote que la olvides
ya lo sé, ocurre de pronto 
que lo más precario son las palabras 
y en la ausencia siniestra del sueño 
se desconoce la vida 
no está claro, ponte en mi lugar 
el himno brutal de las mañanas 
su entumecida cotidianidad 
nos devuelve a las pocas categorías sociales
de las que hablaba Marx 
hablo por mí y seguramente por mis vecinos 
pienso que después de un mal día,
se desnudarán y follarán dos o tres veces 
quizá, es mucho pedir
mis vecinos que han discutido todo el día 
no se palpan más en el sofá  
no reconocen el amor,
ni la sangre,
ni sus tristezas 
y al igual que estas palabras 
solo están allí 
algo ha muerto entre ellos
y con el paso del tiempo 
sus cuerpos por habitaciones desordenadas
reconstruirán el final de su historia.
Él llama a otras mujeres,
por si fuera poco,
las enamora, 
ella, hace lo mismo, y yo con el oído
siendo parte importante de la pared
transcribo palabras, gestos,
la adaptación tangible de sus vidas 
y el manuscrito acoge sin percatarnos 
las rabietas de una cría de dos años 
o el maullido de un gato estéril y maduro; 
he aquí todas las respuestas del mundo: 
no existe ninguna. 

Te sientas, escribes un poema 
amanece 
y todavía es 2020
en otra parte,
la mujer que te ha exigido que la olvides  
se interroga a las afueras de New York 
quién coño eres 
¿un peruanito que sobrevive
en un cuarto pequeño?
y tú haces lo mismo caminando
por las calles de un distrito de Barcelona 
en medio de guiris, pakistanís y de chinos 
la vida te sabe a mundanidad 
y mediante una verborrea cansina 
en tu futura primera novela 
corrompes la decoración perfecta del des-amor
diciéndote 
no leas, no sueñes, no te mires al espejo 
eres pobre 
lo único que te queda son las palabras 
y otra vez aparecen tus manos tatuadas 
y te quedas 
sin abuelo y sin padre. 
Dios no te hagas el sordo 
deja que la vida se esfume 
a las afueras del cielo, la felicidad no llega 
y el fin del mundo se vive todos los días 
ya sabes, la gente muere de cualquier cosa
la pasta que uno urgentemente necesita
pertenece a otros 
y el conflicto del relato al descubierto 
podría hallarme en cualquier parte
y estoy aquí, siendo reducido a nada
pretendido terminar la primera cerveza. 

No me hagas caso 
cierra las ventanas 
y duérmete 
el amor hasta hoy no paga las facturas 
y la vigilia ha terminado 
No me preguntes más 
celebremos el verdadero amor 
aquel que te da por culo 
y no necesita 
volver jamás.  

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