El Tarot está, probablemente, entre los enigmas más interesantes de la Historia de la humanidad. Nadie ha sabido establecer, hasta la fecha, su origen y su autor. Teorías hay muchas y todas son interesantes, y según lo que uno guste creer puede elegirse verdad. Isabelle Nadolny -historiadora de cepa- es una tarotóloga reconocida y decidió unir sus pasiones: Historia y Tarot para trazar la Historia de este libro gráfico que es el Tarot.
Isabelle decide llevar al lector a los orígenes: donde rastrea y muestra cómo el juego, la suerte y la adivinación eran parte de las antiguas culturas, y cómo esto persiste – a pesar de que era perseguido durante la Edad Media. Luego lleva al lector a conocer la aparición de los primeros juegos de carta y como estos juegos -gracias a familias como los Visconti o Medici (Italia) pasaron de ser un simple juego de cartas a unas auténticas obras de arte. Luego explica cómo en pleno renacimiento estas obras de arte comenzaron a representar/contener mucha simbología y/o narrativa hermética y mística. Posteriormente vemos cómo de Italia la hechura de los tarots pasa a Francia -precisando: Marsella- lo que dará paso al famoso Tarot de Marsella (del cual, como el Tarot mismo, sigue sin existir una claridad sobre cuál fue el primero y su objetivo).
Si alguien tenía duda, Isabelle Nadolny lo confirma: la faceta adivinatoria del tarot se la debemos a personajes como Court de Gébelin, Conde de Mellet, Etteilla y Srta. Lenormand; la parte ocultista se la impusieron: Eliphas Lévi, Oswald Wirth y Papus. Y después de ellos vino la Sociedad Secreta del Amanecer Dorado que le terminó de imprimir al Tarot las facetas: adivinatorias, ocultistas, cabalísticas, astrológicas, ritualísticas y un largo etcétera; de esta sociedad emergen los duetos: Arthur E. Waite y Pamela Colman Smith que crean el Tarot Rider Waite-Smith, así como Aleister Crowley y Frieda Harris que juntos crean El Tarot de Thoth. Para cerrar su recorrido su recorrido histórico nos hace un breve repaso del significado de los 22 Arcanos Mayores del Tarot tanto desde lo etimológico, simbólico como desde lo adivinatorio.
Publicado en 2018 por Éditions Dangles y en 2020 (versión español) por Ediciones Obelisco; Historia del Tarot. Orígenes-Iconografía-Simbolismo de Isabelle Nadolny es una excelente brújula para navegar en uno de los mundos más maravillosos que inventó y sigue mejorando la humanidad.
El Tarot, lo demuestra Nadolny y la vida misma, es la necesidad que a lo largo de los años ha tenido la humanidad para darle sentido y significado al acto de vivir, y también a la necesidad de querer prevenir alguna desgracia.
Una joya editorial porque, además de una gran investigación bibliográfica, contiene un rico contenido gráfico y es un excelente canal para conocer algunos tarots que pertenecen a colecciones personales.
Hoy, como señala Isabelle Nadolny: “Búsqueda de sentido, acceso ilimitado al conocimiento: todo ello repercute en la historia del tarot. Lo hemos dicho, le pedimos todo: el conocimiento de uno mismo, del inconsciente, del karma, de la sanación, de la sabiduría, inspiración…” Y agregaría: se han escrito obras con Tarot como: El último amor en Constantinopla de Milorad Pavić, El castillo de los destinos cruzados de Italo Calvino, Memoria de los días de Pedro Ángel Palou, algunos poemarios de Leopoldo María Panero, El callejón de las Almas perdidas de William Lindsay Gresham (llevada al cine por Guillermo del Toro) e incluso Dior lanzó una colección basada en los Arcanos Mayores del Tarot Visconti/Sforza.
El Tarot, de una u otra forma es parte del ADN de la humanidad.
A mí me ha reconectado con lo espiritual y con la divinidad de una manera que nunca pudo mi educación católica recibida en cierto colegio lasallista, y menos la Iglesia Católica. Quizá, porque el Tarot me ha venido a recordar que, se me hizo a imagen y semejanza de Dios, Dios está vivo en mí y no necesito de un sacerdote para vivir en sintonía con lo divino y espiritual.
En fin, Historia del Tarot es un gran libro para practicantes y no practicantes, y servirá para conocer al Tarot con una perspectiva histórica y artística, y también lejana del fanatismos y bajas pasiones.