[En Cali se cae de pie]

Que cuando es necesario, no se come, pero se escribe.

En mi breve paso 
por la Ciudad Solar,
me enseñaron 
que al acero se le 
recibe con el abrazo 
que se le da al viejo amigo,
que cuando es 
necesario,
no se come, pero 
se escribe;
me enseñaron que 
cuando la muerte viene 
se le da el pecho 
y se cae de pie.  

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