Foto: Alessia Ramponi

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Líbano y la crisis de matrimonios infantiles en los campos de refugiados sirios

Siria, ubicado en el corazón de Medio Oriente, ha sido escenario de uno de los conflictos armados más longevos y atroces en la historia de la humanidad, el cual derivó en la mayor crisis de refugiados en la historia con más de 6,8 millones de sirios que han huido del país, desde que inició la guerra en 2011. Debido a su ubicación geográfica y vecindad con Siria, el Líbano tiene una de las cifras más altas de refugiados per cápita del mundo y actualmente ofrece refugio a más de 1,5 millones de sirios, quienes huyeron en busca de protección.

En la actualidad, el Líbano atraviesa la peor crisis económica de su historia, por lo que acomodar a las personas refugiadas y atender sus necesidades básicas resulta prácticamente imposible. En un país al borde del colapso, la supervivencia de los grupos más vulnerables se complica ante un panorama poco alentador. Además de las precarias condiciones en los campos de refugiados, la crisis política y económica que atraviesa el país ha influido en el rápido deterioro de las condiciones de vida de los refugiados sirios en el Líbano. Aunado a ello, la situación económica empeoró como consecuencia de la pandemia y la explosión del puerto del Beirut, en 2020 (este último, punto clave en el desarrollo económico del país).

El incremento de los niveles de hambruna, deuda, desempleo y en general el deterioro de la calidad de vida han conllevado a un incremento en la cantidad de matrimonios infantiles en los campos de refugiados sirios. La crisis en el Líbano pone en situación de riesgo a la niñez en mayor situación de vulnerabilidad en donde, según la UNICEF, se estima que el 40.5% de las niñas y mujeres en los campos refugiados sirios se casaron antes de los 18 años.

El matrimonio infantil se define como a la unión, formal o informal, de una niña menor de 18 años con otro niño o adulto. Esta práctica viola una serie de derechos humanos, incluyendo el derecho a una infancia sana, acceso a la educación y al desarrollo a futuro. En muchas ocasiones, las familias acuden al matrimonio infantil para asegurar que sus hijas estén a salvo, bajo la protección de su esposo, y tengan garantizados alimentos. Además, en un contexto donde nueve de cada diez familias sirias viven en pobreza extrema, el dote recibido por casar a sus hijas se traduce en un ingreso extra. Sin embargo, en la práctica no suele ser así, ya que las niñas que contraen matrimonio antes de los 18 años son más propensas a sufrir una serie de abusos por parte de sus esposos y sus probabilidades de asistir a la escuela disminuyen crucialmente.

Existen numerosos factores que contribuyen al matrimonio infantil entre los refugiados sirios como la pobreza, la desigualdad de género, la falta de oportunidades educativas, la falta de un marco legal, así como prácticas culturales y religiosas. Hasta la fecha, en el Líbano no existe une edad legal para contraer matrimonio. Por el contrario, se permite que cada secta religiosa decrete una edad mínima para casarse basada en sus propios códigos. En el país conviven 18 confesiones oficiales que reconocen en dichos códigos cuestiones como el casamiento de menores desde los 14 años y, en algunos casos, incluso desde los nueve años, con autorización de los padres o líderes religiosos. A falta de una regulación nacional, las menores están a la merced de las normas religiosas que sobrepasan la legalidad en un país donde el matrimonio infantil es una práctica generalizada.

La situación en el Líbano afecta a todas las poblaciones que viven en el país. Sin embargo, la población refugiada es más vulnerable y la prevalencia del matrimonio infantil entre niñas refugiadas sirias es alarmante. Dada la falta de legislación, así como la prevalencia de normas sociales y culturales que fomentan el matrimonio infantil, la sociedad civil y los gobiernos deben trabajar con líderes religiosos y padres de familia para hacer conciencia sobre las consecuencias de esta práctica. Es necesario implementar programas de prevención y educación en las comunidades de refugiados, ya que las niñas que tienen acceso a la educación son más propensas a evitar el matrimonio infantil.

Los refugiados sirios en el Líbano luchan todos los días por sobrevivir un país al límite de sus capacidades en donde niñas y mujeres están destinadas a cargar con el peso de la crisis.

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