Limpios del corazón

Duele ser tan limpios del corazón, pero duele más no serlo y fingir que somos un pensamiento bueno: vivir una realidad falsa de soberbia.

Duele ser tan limpios del corazón
como una espina en un campo de minas.

Los complejos no nos dejan ser solitarios,
solo esperan un suspiro de tranquilidad para nublar.

Duele ser tan limpios del corazón,
pero en el fondo se respira tranquilidad.

Se puede ocultar una emoción, una lágrima,
mas no el sentir de una pesadez de ironía.

Duele ser tan limpios del corazón,
pero se resiste ante la adversidad de la vida.

En la cama, acostados, respiramos y lloramos,
porque sucios nos encontramos, pero limpios nos vamos.

Duele ser tan limpios del corazón,
pero nos damos cuenta de cosas que los demás no:

belleza en los defectos, brillantez en cada virtud,
pureza en las ideas.

Quisiéramos que vieran a través de nuestros ojos,
pero están muy intoxicados, contaminados.

Duele ser tan limpios del corazón,
pero duele más no serlo y fingir que somos un pensamiento bueno:
vivir una realidad falsa de soberbia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *