Mudanza: un paseo por el museo personal de Verónica Gerber

Perderse para encontrarse. Morir para volver a nacer. Regresar al origen para reapropiarse de los símbolos, las palabras y así construir su nuevo mundo. Escribir para explicarse a sí misma.

Uno llega a los libros o ellos llegan a uno en el momento justo para cubrir un vacío o satisfacer una búsqueda. Y Verónica Gerber Bicecci ha llegado a mi biblioteca personal justo cuando necesitaba encontrarme con libros que, por su estructura, estilo, búsqueda y/o temática, me atraparan y me recordaran que aún existen otros caminos que recorrer en el mundo de las artes.

Mudanza es un metatexto: lo mismo puede inscribirse en el género de ensayo como considerarse una especie de diccionario personal. Si alguien cree que está frente a un conjunto de relatos tampoco estaría errado. Es, además, un viaje que busca encontrar, definir, explicar y reflexionar la importancia que tienen las palabras, ya sea de forma individual o acorde el contexto en el que se encuentran. También es una especie de danza contemporánea convertida en texto literario. Una reflexión inmersiva sobre el discurso, el significado, el significante, el signo, el símbolo y la palabra. Una especie de antología anecdótica sobre la renuncia y la labor artística.

Verónica recurre al lenguaje, a las palabras que nombran, significan y simbolizan para emprender una suerte de viaje iniciático y así poder redescubrirse, reconocerse y renacer en un mundo que, aparentemente, no es suyo hasta que lograr convertirlo en ello. Perderse para encontrarse. Morir para volver a nacer. Regresar al origen para reapropiarse de los símbolos, las palabras y así construir su nuevo mundo. Escribir para explicarse a sí misma. 

Mudanza puede ser interpretada como una especie de exposición de arte contemporáneo vuelta texto, donde cada palabra es un cuadro, una escultura, una fotografía o una instalación. Como un recorrido por los pensamientos/sensaciones-museo que inquietan, definen y explican a su autora. Como un ejercicio de espejo narrativo. Como una obra que se inscribe, de una u otra forma, en la tradición literaria de Sergio Pitol y Enrique Vila-Matas.

Sin duda, una lectura exquisita y donde uno, como lector, baila al ritmo que nos marca la prosa poética de Verónica Gerber. 

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