Los Alemanes se cubrieron la boca en la foto oficial de su juego vs Japón en protesta contra la amenaza de sanciones deportivas por parte de la FIFA para evitar que se utilice el brazalete ‘One Love’ en Qatar.
El tarado de Maluma no se dio cuenta de que su irresponsable respuesta le dio la potencia a un mensaje imposible de driblar: este Mundial está sucio, construyeron estadios encima de ríos de sangre, Qatar es un país horrendo lleno de mostachones rancios e injusticias sociales de toda índole. Hasta la mascota es un símbolo de represión y machismo. Hasta la mascota.
Nada tiene sentido. Durante años insistieron en que México erradicara el llamado grito homofobico pero le dan la organización del Mundial a un país donde ser homosexual se castiga, me parece, a latigazos. ¿Cómo puede haber marcas patrocinando esta contradicción? Obviamente, los aficionados quedamos con la sensación de que celebrar un gol está empuercado. Bah. Es tan triste nuestro presente que incluso este texto lo escribo en un aparato que fue ensamblando en condiciones laborales terribles. Estamos en constante jaque mate, no hay forma de huir de la forma injusta como se acomodó el mundo frente a nosotros, pobres ciudadanos del siglo 21. En ese sentido todos somos Maluma en mayor o menor grado .
Los alemanes se tapan el rostro para hacer una dura crítica al bozal que les puso la fifa pero, veamos la imagen de nuevo, puede fácilmente trastocarse en un gesto de vergüenza. O de culpa. O de miedo.