Sólo quería pasar mi tiempo contigo.
Ni siquiera me atrevía a soñar con un beso.
Sólo quería quemar mi vida contigo.
Suavemente, leño a leño…
Sólo quería pasar mi tiempo contigo.
Vivir cada minuto junto a ti.
Gozar de la pura contemplación de tu belleza.
Sorprenderme con tu lucidez.
Asustarme con tu valentía.
Sólo quería quemar mi tiempo contigo.
Consumir cada segundo
en la pura contemplación de tu belleza.
Reír contigo, deslumbrarme contigo,
cegarme con tu lucidez, estremecerme
con tu mirada.
Jamás vi a nadie que mirara el mundo como tú.
Yo sólo quería vivir mi vida contigo.
Pasar mis días junto a ti.
Todo mi tiempo, gastarlo en tu compañía.
Reírme contigo, hablar contigo, respirar contigo
deslumbrarme con tu mirada.
Quien poco pide menos obtiene.
Quien nada ambiciona vacío queda
Jamás
Jamás vi a nadie que mirara al mundo como tú
lo mirabas.
La putrefacción de los sueños,
la raíz podrida de las cosas
que nadie quería ver,
que nadie podía aceptar
eran gotas de barro sucio que tú
limpiabas con una sonrisa.
Sólo quería gastar cada segundo contigo.
Gozar de la pura contemplación de tu belleza.
Asustarme con tu lucidez.
Sorprenderme con tu valentía.
Sólo quería quemar cada segundo contigo.
Pasar todo mi tiempo junto a ti.
Pero nunca te lo dije.
Nunca te lo dije.
Nunca te lo dije.
Quien ambiciona poco, nada obtiene.
Quien nada reclama, vacío queda.
Y nada tengo excepto la certeza
de lo perdido.
Junto a la certeza aún mayor del dolor primero…
El abismo que nos separaba
sólo existía en mi imaginación.