Volver a la ciudad como un extraño
Volver a la ciudad como un extraño. Regresar a las calles que fueron tuyas. Regresar
Volver a la ciudad como un extraño. Regresar a las calles que fueron tuyas. Regresar
Escribir poemas en la cola del paro no es nada romántico. Si algún día un
Aquella puta tenía experiencia: Adivinó enseguida mi problema. Tratarán de venderte libros de estilo, diccionarios
Éramos jóvenes y hermosos y no lo sabíamos. Éramos fuertes y puros y la fuerza
Cuando cunda el pánico, cuando el enemigo ya esté dentro, avanzando por las calles oscuras
El infierno del marinoes llegar a un puerto hermoso, a una bahía perfecta,a un vergel exuberante,lleno
En Bruselas nos separó un andén.En Budapest la culpa fue del idioma.En París, en el
Solo está el hombre y no lo sabe. Y cuando lo aprende
no encuentra ninguna enseñanza en lo aprendido.
La palabra esperanza se me ha rebelado. Dice que está harta de la palabra paz.
Sé que es difícil. Pero es la única manera de seguir a flote. Verás, hagamos un ejercicio práctico. Empieza por desconfiar de este poema.
Pase lo que pase, y por muy ingrata que os parezca, nunca desdeñéis tarea alguna. Morir es más desagradable y habrá que hacerlo algún día.
Hablaremos de los libros que no quisiste leer. (Y de los que leíste, pero como quien se pone guantes para dar la mano, temiendo que sus palabras vivas pudieran arrancarte de tu sueño).