Foto: Fredo Godínez.

Ordenar para encontrarme

Cada verso, melodía y prosa son una extensión de mi ser.

En la espera constante, reacomodar
los libros por leer, los discos escuchados,
y las películas vistas son un ejercicio
para re-definirme.

Mis obsesiones son una extraña forma
de expresar 
                       e s c a n d a l o s a m e n t e
lo que me atrae y define en este momento.

Mudo de piel al dormir,
viajo al entregarme a Morfeo y
despierto siendo otro al amanecer. 

Como el lenguaje, me comprendo 
diacrónica y sincrónicamente.

Todo acto que realizo es 
un símbolo que me tatúo.

Cada libro, música o película nueva
es un rediseño de mi “yo”
y cada regreso al camino recorrido
es un acto desesperado por hallar
la brújula que me recuerde quién soy.

Religión proviene de re-ligar,
las canciones, las lecturas y los gustos
son esa especie de religión, íntima, que
me ata, me define.

Cada verso, melodía y prosa son
una extensión de mi ser.

Unos van por la vida sabiendo quiénes son,
yo aún no logro resolver la ecuación.

Hoy acomodé mis estantes
y encontré estas palabras,
mañana, quizá, sólo haya silencio
y sé que es preludio de 
una pregunta nueva y 
un regreso al eterno retorno del “yo”.

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