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Historias

¿Quieres nadar?

-¿Quieres nadar?
-No

Voltée con cara de quien sabe que le están jugando una broma. La mejor manera de romper el hielo, sobre todo cuando remojas tus pies a 10º C. Estaba parado a unos metros de mí. Tenía los dientes chuecos, una sonrisa burlona y una barba que te mueres.

-¿Entonces no quieres nadar?
-Me voy a congelar.

Así comenzó todo. Músico de Brighton, terminó dando clases de matemáticas en Barcelona. La familia, la melancolía, las historias. Nuestros pies jugueteaban hundiéndose en las olas heladas. Nos fuimos acercando envueltos en la plática. Obviamente, ese día nadie se metió al mar. Recogimos los zapatos y empezamos a caminar, platicamos, dimos vueltas, paramos a comer algo y volvimos a caminar. Y luego, la hora, tenía que irme y comenzamos a buscar un bus que me dejara cerca. Nos detuvimos en una parada a analizar el mapa, justo se estaba yendo el que necesitaba. Corrimos a detenerlo y lo logramos. Se abrió la puerta y subí las escaleras, él se quedó abajo. Intentamos intercambiar números pero el chofer del autobús nos apuraba, la diferencia de idiomas tampoco ayudaba…
Facebook, tu nombre completo… Alcancé a escuchar ‘Cedric Sfhkdfhgkjdhg’, se cerró la puerta y se arrancó el autobús.
Sólo nos despedimos a través de las ventanas. No hubo más tiempo de decir adiós como debíamos.
Ninguna búsqueda en Facebook fue suficiente para encontrarlo.
Por: Anónimo

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