Hace tiempo que no trato contigo, papel temerario.
Hace tiempo que mi boca es fallida,
no ajustable a renglones parejos.
Hace tiempo que, por eso, cerré el órgano.
Lo cosí con modismos, acentos ajenos, clases que se creen altas, sonrisas falsas.
La sellé con el mejor pegamento: el miedo.
Hace tiempo que mi boca, incluso cerrada, es sospechosa, díscola.
Sólo de vez en cuando brota
Salen mares de diferentes corrientes que no consigo controlar.
Que no quiero controlar.
Es entonces cuando mi boca deja de ser un defecto para ser parte de un cuerpo y esencia defectuosos.
Cuerpo y boca en sintonía
Calmadas y unidas
¡A veces lloran de lo mucho que se echaban de menos!
Pero se saben errantes
Se saben intrusas en un mundo que nunca fue de ellas.
Sudacas, chulas, bisexuales, putas.
Locas.
Mueren abrazadas entre sincericidios y distintas hambres.
El confinamiento las renace.
¡Qué paradojas!
Feliz primavera.