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Poesía

Trobar

Creí verte. De repente, no era cierto. No lo sé. Y mientras todos subían al metro, y yo recorría sus vagones, supuse que cada mañana estarías presente; y entre tanto, en estas calles de Barcelona, miles de hombres y mujeres compran el pan, y los niños corren al colegio a aprender quién sabe qué. Tampoco fue así. No era tan temprano. Acaso, las ocho de la mañana. Y si te vi, no eras tú, eran todos tus recuerdos que no dejaban de acomodarse en la memoria, y  caminando, todo vuelve a su finitud. Nada sobrevive. Con el tiempo sea lo que sea desaparece. Salvo la multitudinaria construcción de los sueños; y la vida, nuestra propia vida, por suerte -solo- nos mira de costado. Y sigo desnudo y de pie, quizá el lenguaje del olvido se parece a la misericordia.

Junio, 2022.
En los metros de Barcelona.

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