A la luna desde allá

Escuché que en la cumbre 

del sur, 

el cielo es distinto. 

Que la bóveda celeste 

se ilumina 

para escuchar las plegarias 

de sus habitantes 

a mitad de la Intempesta. 

Desde entonces 

ansío visitar aquella tierra,

porque 

en el mapa de mi 

alcoba nada se asoma ya,

salvo el rostro 

de la muchacha que perderé

en el Guadalquivir. 

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