Oro para las heridas
Cubrir de oro las heridas. Ponerles nombre y darles color. Dejar que cuenten su historia. Aceptar que son las heridas las que nos construyen.
Cubrir de oro las heridas. Ponerles nombre y darles color. Dejar que cuenten su historia. Aceptar que son las heridas las que nos construyen.
Que conviertan mi funeral en lo que debería ser. En un lugar alejado de la oscuridad, donde la vida se respire y la tristeza se baile.