El Desastre recomienda (marzo)

Vanessa Palma, Librería El Desastre

Las recomendaciones de este mes para los lectores de purgante y la gente que visita El Desastre tienen en común, de alguna u otra forma, la mirada sobre la vida y lo cotidiano ya sea por medio de la literatura o por la intersección entre cine y escritura. 



La vida instrucciones de uso; George Perec (Anagrama)

A manera de un puzzle literario se le presenta el mundo a Perec y nos podemos aproximar a esta mirada al leer La vida instrucciones de uso. En esta novela los objetos “ordinarios” se vuelven puntos de encuentro entre relatos que a su vez se relacionan con un puzzle más grande: la vivienda parisina donde habitan personajes y objetos. La cotidianeidad resulta ser central para observar todas las historias que se entrecruzan en aquel lugar común. A través de las narraciones y descripciones habla de lo efímero y de múltiples personajes. Esta novela pone en el centro lo cotidiano, como si todo lo que existe fuera importante a los ojos de Perec, incluso en la ficción.

Dios en la tierra; José Revuletas (ERA)

El primer cuento de este libro -que lleva el mismo nombre- abre con un epígrafe de Dostoievski que nos deja ver la afinidad de su sensibilidad que se verá a lo largo de los cuentos reunidos.  En esta serie de relatos -con una prosa sumamente cuidada, aguda y directa- narra a través de la ficción injusticias que no hacen más que mostrar el compromiso que el autor tiene con la realidad política y social. Aunado a esto, Revueltas mantiene una relación con cuestiones teológicas que muestran su preocupación por aquellos dolores del mundo, aquellos golpes como del odio de Dios.

Primera persona; Margarita García Robayo (Antílope)

Este texto de Margarita Robayo es un libro escrito, precisamente, en primera persona. Es profundamente sincero y transparente. Habla desde su vida y la diversidad de relaciones, situaciones y emociones que esta conlleva. Son múltiples las reflexiones que se muestran en esta serie de ensayos de la misma forma que es múltiple su existencia. Muestra cómo su individualidad se encuentra inserta en un entramado de relaciones tanto sociales como simbólicas: familiares, espaciales, literarias, etc. Todos los ensayos forman un todo de una singularidad que se divide en diversos compartimientos.  

Estudios sobre cine; Gilles Deleuze (CACTUS)

En este texto, dividido en una serie de volúmenes, Deleuze piensa el cine. Se aproxima a la comprensión del “séptimo arte” manteniendo un diálogo con películas de cineastas como Resnais y Truffaut. Desde el quehacer filosófico crea conceptos como imagen-movimiento e imagen-tiempo que le permiten comprender el cine de forma ontológica. Podría decir que a partir de los análisis filosóficos de lo que constituye el cine, Deleuze brinda la posibilidad de entenderlo como una forma de significar el mundo y de mediar la manera de percibirlo.

Memorias de un cineasta bolchevique; Dziga Vertov (Capitán Swing)

Esta serie de textos del propio Vertov nos permiten acercarnos a las reflexiones cinematográficas de este cineasta imprescindible de la historia del cine. Además, podemos indagar en sus preocupaciones en torno a su compromiso con la realidad y la importancia que esto tendrá para el cine documental. A través de su lectura podemos ver la concepción que tenía el cineasta del montaje como creador de sentido. Además, es fascinante poder ahondar en la mente de Vertov y en sus ideas en torno al quehacer cinematográfico y en lo que denominaría como Kino-Pravda.

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