El viajante

Compras una nueva vida, la del desconocido.


La crisis autonómica de tus miradas 
El tiempo se detiene,
y de él tú te escapas
Tomas la artificial etapa
de nuevos placeres,
nuevas redadas
Soy tu hogareña primavera,
y floreces entre mil llamadas
Ya nada importa,
y como un mochilero
descubriendo Europa
Huyendo del pasado
en tu equipaje escondido
Compras una nueva vida,
la del desconocido
Contemplando la copa de tinto,
la alegría, los paisajes
Las miradas paisanas,
fugaces, de un sólo instante
Los castillos, las paradas y el café
Los museos y las galerías
las nuevas compañías,
las conversaciones vacías
La barata comida,
otra forma de vida
Las ampollas,
el caduco asilo
y la perenne soledad
Tus admirables esfuerzos de no pensar
El ruido, el whisky
Las detenidas ojeadas, el estorbo

Llegas a Praga, 
y ante la continua repulsión 
abres tu equipaje:
Ansiedad, desesperación y anhelo
Y encuentras, por fin,
la razón de tu máscara
Toneladas de cemento,
hecho de miedo y vanidad
Y esperas, con ansia,
poder volver a tu verdad.

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