Figuración

Basta con mirarnos a los ojos para darnos cuenta que nos han empezado a caminar los pesares.

Por: Luis Ángel Menco.

Hay un pájaro en la calle
con las plumas manchadas de muerte.
Tiene las alas tostadas 
y da tanta lástima que
uno querría cerrarle los ojos 
como para que no se le llenen de sol;
pero no los tiene.

Las hormigas le rebosan cuencas vacías,
parecen corozo.
Entonces pienso que todos somos el pájaro
y basta con mirarnos a los ojos
para darnos cuenta que nos han 
empezado a caminar los pesares. 

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