Me siento en el mundo
bajo la concisa,
protectora sombra
de tu lápiz
Bailo claqué,
(casi a diario)
bajo la afilada punta
de esa herramienta
Sabios críticos
dicen
que lo que el grafito
derrama
es mi sangre:
¡Vaya proezas me haces bailar!
Anoche,
entre tu sonrisa quebrada
conseguí (al fin)
parar la música
Ahora yo, cariño,
pondré la letra.