Lo único constante es el cambio

Por Gabriel Medina*

Existe una verdad incuestionable: la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) forma parte de la industria del entretenimiento y, por lo tanto, debe atender a diferentes audiencias.

Sabemos que el beisbol es un deporte de mucho arraigo y que resalta valores como el romanticismo y la nostalgia. También es cierto que hay un fuerte apego a lo histórico, y eso está bien; pero como aficionados (soy uno de ellos) no debemos perder de vista que, precisamente porque amamos al beisbol, debemos buscar fórmulas para garantizar su rentabilidad. Los dueños en la LMB hacen un tremendo esfuerzo por poner dinero en el diamante y para nadie es un secreto que los últimos años han sido complicados. Por lo anterior, hay que buscar dos cosas de manera urgente: que el juego se traduzca en ingresos y seguir captando nuevas generaciones.

Para poner todo en contexto, la reducción de 9 a 7 entradas, anunciada en la más reciente Asamblea de Asociados, camina en los siguientes rieles:

Asistencia al parque. Los martes y miércoles son los días con menor asistencia promedio en toda la LMB, son días que suelen ser complicados para acudir al estadio, dado que son laborales y las familias tienen que ir al otro día al trabajo o a la escuela. Con esta medida de reducción se pretende que el juego termine antes de lo habitual, si consideramos que los 7 innings promedian 2:30 horas de duración. En 2022, en la LMB el inicio de todos los juegos de martes y miércoles será a las 19:30 horas.

Oferta televisiva. Entrar en las parrillas de programación. El beisbol actualmente pelea por mantenerse en un mundo cada vez más regido por el tiempo; si queremos exposición de los juegos los martes y miércoles, tenemos que garantizar la entrada en los carruseles de programación de las empresas televisivas nacionales. El tiempo aire es costoso.

Audiencias jóvenes. Los hábitos de consumo de las nuevas generaciones están orientados a contenidos de corta duración (muy cortos, como TikTok, Instagram, Snapchat, etc.). Tres horas de un mismo contenido en un dispositivo móvil es prácticamente impensable.

Competitividad. Con base en los estudios recientes de la WBSC, los juegos de 7 entradas, a diferencia de los de 9, representan un alto nivel competitivo: apetito por anotar desde el inicio del juego y pizarras más apretadas. Hay dinamismo en el juego. 

Estrategia. Un juego más corto representa un reto para los managers para fabricar carreras: robos, toques de bola, avance de corredores; menos oportunidad de recurrir al bullpen (prevalecerán las reglas de enfrentar al menos tres bateadores de forma obligatoria por lanzador y se reducirá el número de visitas sin cambio de pitchers en los juegos a 7 innings). 

Para sacar conclusiones, habrá que medir las siguientes variables durante los martes y los miércoles:

—Asistencia al parque
—Consumo de esquilmos
—Conversación digital
—Audiencia televisiva
—Número de carreras anotadas
—Cambios en estrategia deportiva


Sabemos que es un cambio drástico y que habrá críticas válidas, especialmente de parte de los aficionados con mayor arraigo. Les confieso que, en lo particular, también me ha costado digerir el cambio, pero los números suelen ser contundentes: MLB viene del más alto promedio de duración de juegos con 3:10 horas; LMB promedió 3:24 horas. O nos movemos o nos morimos. 

Lo único constante es el cambio. Veamos el comportamiento de la industria y tomemos decisiones con base en la evaluación.

A disfrutar una gran temporada de LMB 2022. ¡Playball!

*Gabriel Medina es Director Deportivo de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).

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