En años pares, entrada y salida triunfal firmaste. Te digo poco y te pienso mucho, mas no significa que deje de honrarte.
De ti, la rusa, me acuerdo en añeja plenitud, cubierta de un bello rojo brillante.
De ti, mi siempre lejana rusa, habré de conmemorar tu magnífica dulzura con sonrisa de visitante.
Par e impar fueron tus días en ambos lados del camino, cuando este mundo pisaste y dejaste. Será mi corazón el lugar en que te hospedes de abril a abril en adelante.