Pubertad renacida

Hay en mí poemas que el mundo no puede sostener.

Siento que me hayas pillado
En uno de esos constantes momentos
En los que no maquillo
De bohemia, cinismo y gracia
Mi eterno hartazgo
Pero lo cierto es que hay en mí
Poemas que el mundo
No puede sostener
Y cuyos prólogos
Sólo me veo capaz (Y a ratos)
De compartir contigo
Si entendemos esta predisposición
Como el íntegro desnudo
De la niña puber
Preocupada por su incipiente desarrollo.
Y a la vez, irremediablemente absorbida por este.

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